Habilidades gerenciales: las habilidades que debe tener un gerente

Es difícil improvisar un gerente. Si algunos tienen una imagen idealizada del líder de los hombres y fuertes ideas sobre el estilo de gestión a aplicar, basado en criterios de otra época, es importante decir que no hay UN modelo de gestión, sino muchos MUCHOS.

Cada empresa, cada departamento, cada equipo es único. Asimismo, cada individuo lo es por igual. Por tanto, parece fundamental saber adaptar y adaptar su estilo de gestión a su entorno. ¡Es la clave del éxito!

¿Qué entendemos por habilidades gerenciales?

Las habilidades gerenciales son aquellas habilidades que son esenciales para cualquier persona que supervise a los empleados.

Incluyen la capacidad de llevar a cabo funciones de liderazgo de un equipo dentro de una organización, tomar decisiones, gestionar proyectos mientras se controlan las tensiones y se resuelven eficazmente los problemas que puedan surgir.

Estas habilidades, técnicas y humanas, funcionan juntas. Permiten al gerente fortalecer sus relaciones interpersonales con su equipo y colegas, facilitan la comunicación y crean un clima de confianza y eficiencia.

¿Cuáles son los diferentes tipos de habilidades?

Habilidades técnicas

Caracterizan los conocimientos y el saber hacer que permiten al directivo alcanzar los objetivos marcados. No se limitan a conocimientos técnicos puros, como el funcionamiento de una máquina / software / cualquier herramienta. También incluyen la capacidad de desarrollar, vender un producto / servicio de manera efectiva, por ejemplo.

Este conocimiento se puede adquirir a través de estudios, formación específica o experiencia.

Como gerente, es importante tener este conocimiento para poder compartirlo, transmitirlo y comprender los desafíos de las misiones encomendadas, establecer objetivos coherentes para los miembros de tu equipo, etc.

Habilidades humanas e interpersonales.

Si bien las habilidades técnicas son esenciales para realizar una tarea específica, las habilidades humanas, o habilidades blandas, son esenciales cuando se trata de liderar un equipo, tomar decisiones meditadas, etc.

Cada vez más buscados por las empresas, caracterizan así las habilidades interpersonales, la capacidad del gerente para interactuar, trabajar e intercambiar con los demás de manera efectiva.

Le permiten identificar y orquestar los talentos de sus diversos colaboradores, para ponerlos al servicio del equipo y de toda la empresa para lograr los objetivos. También son un activo importante para motivar de manera efectiva y permitir que todos prosperen.

Si bien algunas de estas habilidades son innatas en algunos, generalmente se adquieren con el tiempo, la experiencia y la responsabilidad.

Habilidades conceptuales

Encarnan la visión: organización, planificación y estrategia. Entran en juego cuando se trata de pensamiento abstracto, formulación de ideas, visión global de proyectos, análisis y resolución de problemas, aparición de soluciones innovadoras, etc.

Permiten al gestor prever los posibles obstáculos a superar, pensar en un cambio en su totalidad, anticipar las resistencias y los impactos inducidos, etc.

Ejemplos de habilidades clave para un gerente

Hay una amplia gama de habilidades gerenciales que dominar. Dependiendo de la industria, el estilo y el tamaño de la organización, no todos serán igualmente importantes.

Liderazgo

Si el liderazgo y la gestión son complementarios, no basta con ser directivo para ser líder y viceversa. Sin embargo, para liderar un equipo hacia el éxito, ser escuchado y seguido, hay que ser capaz, además de tener cierta autoridad, de cambiar hábitos, atreverse a correr riesgos, innovar, persuadir. Especialmente en momentos de estrés o cuando se deben implementar cambios. Esto será mucho más sencillo ya que el gerente será reconocido como un verdadero líder por sus empleados.

Visión, autoconfianza, ejemplaridad, alineación con su personalidad y valores, inteligencia multidisciplinar… son elementos que caracterizan al líder.

Comunicación

Comunicarse de forma eficaz, ya sea por escrito u oralmente, con compañeros, superiores y colaboradores es una habilidad fundamental a la hora de liderar un equipo. Esto, en muchos contextos:

  • transmitir eficazmente su visión,
  • desarrollar la inteligencia colectiva,
  • mejorar la productividad,
  • establecer metas que serán entendidas e integradas,
  • agilizar los intercambios,
  • desactivar conflictos,
  • apoyar eficazmente el cambio,
  • convencer,
  • escucha para ser escuchado,
  • etc.

La comunicación gerencial es, en particular, una herramienta importante para el gerente.

Planificación

Tanto si gestionas proyectos, personas o ambos juntos, poder tener una determinada visión de futuro y diseñar estrategias para conseguirlo es un elemento fundamental.

Por tanto, todo buen director debe saber organizar las tareas y misiones de sus empleados para conseguir los objetivos marcados respetando los plazos, plazos, presupuestos, recursos humanos disponibles.

Esta capacidad de planificar es un punto clave de una gestión eficaz, en particular para:

  • definir y mantener un rumbo,
  • establecer objetivos relevantes y coherentes con la estrategia general de la empresa,
  • identificar escollos, disfunciones, retrasos, etc.
  • corregir la situación de forma rápida y eficaz.

Organización: personal y colectiva

Gestionar varias cosas al mismo tiempo, mejorar la eficiencia, estar disponible sin agobios, gestionar imprevistos y disturbios, planificar su día, ajustar su agenda de acuerdo a los eventos, monitorear el progreso de los proyectos sin dejar de ser productivo se puede hacer. Un verdadero desafío y una verdadera fuente de estrés para el gerente si éste no sabe organizar y organizar el trabajo dentro de su equipo.

Delegación

Delegar es otra habilidad clave de un buen gerente. Saber transmitir de forma eficaz la totalidad o parte de una tarea / misión o la responsabilidad de un elemento específico puede resultar muy útil cuando existe una sobrecarga temporal de trabajo, la urgencia de un determinado problema o cuando se produce un proyecto inesperado y debe tratarse con prontitud.

Saber delegar implica, entre otras cosas:

  • reconoce que no puedes hacer todo solo,
  • han establecido un clima de confianza mutua con sus empleados,
  • reasignar eficazmente misiones y tareas,
  • comunicarse de manera efectiva para que las tareas se realicen correctamente y se logren los resultados esperados,
  • proporcionar a los empleados los recursos necesarios para realizar dichas tareas delegadas,
  • transferir la responsabilidad y / o autoridad a la persona adecuada,
  • hacer puntadas regulares,
  • permanezca disponible y abierto a preguntas e inquietudes.

Toma de decisión

Una de las habilidades clave de un buen gerente es, por supuesto, la capacidad de decidir, ya sea a diario, pero también en una emergencia cuando la situación lo requiera.

Por lo tanto, el gerente debe poder elegir la opción / solución correcta cuando surja una elección. Se puede tomar una decisión en solitario o en grupo, según el tipo de gestión, el contexto, los temas, etc.

Hay muchos escollos: sentirse abrumado por sus emociones, ser influenciado por terceros, tomar la decisión equivocada por falta de conocimientos / habilidades / madurez, etc.

Sin embargo, el gerente puede confiar en muchas herramientas de apoyo a la toma de decisiones (árbol de decisiones, matriz de decisiones, etc.).

Inteligencia emocional

Te permite interactuar de forma inteligente con quienes te rodean y así crear vínculos auténticos y serenos. Ofrece al directivo la posibilidad de tomar la distancia necesaria, no reaccionar bajo la influencia de las emociones y comprender mejor lo que está en juego en una situación, especialmente cuando surgen tensiones dentro del equipo o cuando se produce un cambio notorio.

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