¿Cómo manejar a un empleado perezoso?

Un empleado algo vago puede ser un problema en diferentes niveles para un gerente. Esta pereza puede provenir del propio empleado, pero también de la forma en que maneja su superior. ¿Qué se debe hacer para removilizar dicho perfil?

Retrato de un empleado perezoso

Flemmard es quizás una palabra fuerte para describir este tipo de colaborador. Se podría decir más que no son, o muy poco, productivos.

Actitud

Entre las características de estos empleados particularmente improductivos, podemos encontrar uno o más de los siguientes:

  • a menudo se muestran reacios a ponerse manos a la obra, y algunos gerentes llegan a llamarlos "holgazanes",
  • pasan más tiempo evitando el trabajo que haciendo el trabajo que se les asignó,
  • su trabajo es a menudo de mala calidad, reducido a un mínimo aceptable y muy por debajo de las expectativas de su gerente,
  • a menudo llegan tarde: en el trabajo, en las reuniones, cuando se trata de los plazos de las tareas asignadas,
  • son suscriptores ausentes cuando sus compañeros necesitan ayuda,
  • siempre tienen una buena excusa para su falta de energía y compromiso en el trabajo,
  • se resisten a conciliar el más mínimo esfuerzo y tienen una actitud indiferente o desdeñosa hacia lo que se les confía (suspiros intempestivos, etc.).

Posibles Causas

Si bien la pereza como temperamento existe, a veces existen comportamientos gerenciales que pueden inducir o amplificar este tipo de estado mental.

En primer lugar, es prudente que el gerente se cuestione a sí mismo acerca de sus prácticas gerenciales.

Algunos pueden, de hecho, inducir una falta de interés y motivación entre los empleados, lo que en última instancia conduce a una relativa pereza:

  • metas difusas
  • sin realimentación
  • falta de habilidades
  • falta de perspectivas de desarrollo

Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos y de su práctica gerencial ejemplar, el gerente puede tener frente a él a un empleado genuinamente perezoso. Sobre la base de la observación de que la motivación proviene ante todo de uno mismo, el gerente nunca dejará de ayudar a su empleado a recuperar la energía y el deseo.

Consecuencias

La pereza es un verdadero flagelo en el trabajo. Un empleado “vago” es una de esas personalidades difíciles, pero interesante de saber administrar.

Sin él, las consecuencias para el equipo y la empresa pueden ser perjudiciales, a veces devastadoras:

  • tensiones y conflictos dentro del equipo, mal ambiente de trabajo,
  • retraso en proyectos,
  • interrupción, a veces exceso de trabajo para otros empleados que pueden tener que tomar el lugar de los perezosos y trabajar más duro para garantizar que se cumplan los plazos del proyecto,
  • desacreditar a los clientes y / o prospectos,
  • desmotivación contagiosa y devastadora para el equipo,
  • etc.

¿Cómo gestionar y motivar a un empleado perezoso?

No es necesario esperar a que las cosas se pongan feas y lleguen a un punto sin retorno. Porque, tan a menudo, actuar lo antes posible es el mejor remedio. A continuación, presentamos algunas vías para explorar para administrar y ayudar a un empleado a volver a motivarse.

  • Recopilar información fáctica

    Lo primero que debe hacer es recopilar los hechos que ilustran el comportamiento de dicho empleado. De hecho, sería perjudicial ceñirse a un sentimiento simple. Respaldar lo que dice durante su confrontación con su empleado es esencial para una salida constructiva de la crisis. Esto permite, entre otras cosas, aclarar el origen del problema y actuar con eficacia.

  • Analizar la fuente del problema.

    Cuando surge un problema entre un gerente y uno de sus colaboradores, es raro que solo una de las dos partes tenga la culpa. A menudo, es una falla de comunicación entre los dos individuos. El gerente debe determinar de dónde proviene esta pereza en su colaborador para poder reaccionar de la manera más adecuada y eficiente posible.

  • Conozca al empleado cara a cara

    Una vez identificados, enumerados y analizados los hechos, llega el momento de que el directivo organice un encuentro presencial con su colaborador para enderezar las cosas y encontrar soluciones a su problema de pereza.

    La idea es que el empleado en cuestión reconozca plenamente el problema y encuentre, junto con su gerente, acciones a tomar para resolverlo y volver a ser motivado y productivo.

  • Desarrollar un plan de acción

    Una vez explicada la situación y comenzada la reflexión, conviene desarrollar conjuntamente un plan de acción a poner en marcha para que el empleado recupere el entusiasmo. El objetivo es definir acciones sencillas, claras, alcanzables, medibles en el corto plazo.

  • Seguimiento y recompensa de esfuerzos

    En las semanas posteriores a la entrevista, es posible que el gerente deba estar más disponible, atento y simplemente presente. De hecho, un empleado que pierde la motivación y se muestra reacio a realizar su trabajo puede verse inducido por la falta de presencia de su jefe.
    Además, es importante consultar periódicamente con su colaborador para monitorear sus esfuerzos y celebrar sus pequeños y mayores éxitos.

  • Motivar a diario

    Para que la situación se desarrolle de manera positiva y no vuelva a suceder, es importante que el gerente se asegure de que este empleado esté motivado y mantenga la motivación a largo plazo.

Se hace referencia a este archivo en: Ser un buen gerente: prácticas y herramientas - Gestión de empleados

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