Estilos de gestión: directivo, participativo, persuasivo, delegativo

La gestión de equipos no es algo que se detenga. Un buen gerente, para movilizar y motivar a sus tropas, debe saber ser a veces delegativo y flexible, a veces más directivo. Debe adaptarse a contextos, situaciones, pero también a los individuos como tales.

Así podemos distinguir diferentes tipos de gestión. Algunas son directivas, enfocadas a resultados, otras más abiertas enfocadas a Personas, relaciones e Inteligencia Colectiva.

En términos absolutos, no existen posturas gerenciales fundamentalmente malas. Si bien un buen gerente, el que tiene las riendas, sabe cómo hacer lo correcto y es el único que toma las decisiones, tranquiliza a muchas personas, ahora nos encontramos con un método de gestión menos directivo y claramente más abierto: la gestión participativa. En este contexto, los empleados dan su opinión, cultivan sus talentos, desarrollan su creatividad y pueden influir en la toma de decisiones.

¿Cuáles son los diferentes estilos de gestión? ¿Cuáles son las ventajas y limitaciones de cada uno?

Los 4 estilos de gestión

Rensis Likert, psicóloga estadounidense especializada en medición de actitudes, definió, a principios de la década de 1960, 4 sistemas de gestión principales. Estos 4 tipos de gestión se establecen de acuerdo con sus características operativas, que van desde la gestión autoritaria hasta la gestión que involucra plenamente a los empleados.

Este continuo fue retomado unos años más tarde por Robert Blake y Jane Mouton, quienes luego definieron una cuadrícula de análisis que representaba 5 estilos de gestión a lo largo de 2 ejes ortogonales: uno materializando el grado de implicación del directivo en las decisiones, el otro los objetivos de gestión de este último (enfocado sobre los resultados o, a la inversa, sobre las personas).

Este modelo se usa mucho y se enseña especialmente en las escuelas de administración.

1 - Gestión de directivas

Concepto

También llamada gestión autoritaria, este tipo de gestión se centra en un modo que le da al gerente el máximo poder. El superior jerárquico dirige estrictamente sus tropas al promulgar sus reglas y apuntar a un objetivo específico: resultados. El respeto por la jerarquía también es un punto muy importante aquí. Los empleados de un gerente directivo no tienen voz. Solo tienen que hacer lo que su jefe les pide que hagan. Las sanciones y las recompensas articulan esta gestión.

Puntos fuertes

Toma de decisiones más rápida, mayor eficiencia y productividad (taylorismo).

Puntos débiles

Sin duda, es el estilo de gestión el que genera más malestar en el trabajo, conflictos y otras dificultades relacionales dentro del equipo, o incluso de toda la empresa. Los empleados tienen menos motivación y pierden el sentido de su misión.

Además, este sistema requiere numerosos procedimientos para regular el trabajo de los empleados y el funcionamiento de la empresa.

Habilidades necesarias para un gerente directivo: autoridad natural, liderazgo, carisma, experto en su campo

2 - Gestión persuasiva

Acercarse

Paternalista, este estilo de gestión combina Fuerte participación del gerente en la toma de decisiones manteniendo un lado humano . El marco debe movilizar sus tropas. Los empleados están más involucrados en la vida de la empresa. Sus opiniones se tienen en cuenta, incluso si su superior jerárquico conserva el poder de decisión final. Menos autoritario que el anterior, este método de gestión permanece relativamente cerrado.

Interesar

La autoridad y la benevolencia inducen un sentimiento de pertenencia a un equipo, una cierta lealtad y refuerzan la cohesión. Los conflictos son menos numerosos y / o más fáciles de entender.

Desventajas

No muy abierto, este método de gestión ofrece un espacio de libertad relativamente enmarcado y resulta complejo de configurar.

Cualidades requeridas para un gerente persuasivo: carisma, capacidad de convencer y orientar, inteligencia emocional, empatía, escucha activa

3 - Gestión delegativa

Objetivo

Este estilo de gestión, a veces llamado "gestión consultiva", ofrece una amplio margen de maniobra para los empleados a los que se consulta periódicamente para obtener asesoramiento y tomar decisiones y que participan activamente en la vida del equipo y la organización, todo manteniendo los objetivos muy centrados en los resultados . El gerente debe saber delegar adecuadamente para maximizar la motivación y la eficiencia.

Ventajas

Las fortalezas de este tipo de gestión son numerosas: mayor motivación, cohesión del equipo, ambiente de trabajo beneficioso, empoderamiento de los empleados. Además, la comunicación es fluida.

Limites

Es de temer los riesgos psicosociales asociados con demasiada presión.

Activos importantes para el gerente delegativo: capacidad para delegar con eficacia, intuición, distancia y confianza en los compañeros, inspirando

4 - Gestión participativa

Pasos

Con el viento en sus velas hoy en día, la gestión participativa es de lejos el más abierto y humano de todos los estilos de liderazgo . Los empleados participan aquí en gran medida en la vida de la empresa, en particular en lo que respecta a la toma de decisiones que se toma de forma transversal.

Puntos fuertes

Los activos de tal estilo gerencial no faltan: empoderamiento de los empleados, mayor motivación, sentido del trabajo, mayor responsabilidad y autonomía, excelente gestión del talento, presencia de un sistema de desarrollo personal que permita una óptima gestión de la carrera …

La inteligencia colectiva se pone al servicio de la empresa, multiplicando por diez la innovación y competitividad de la empresa. Se facilita la gestión del cambio, etc. La retroalimentación se usa ampliamente para tomarle el pulso al equipo. Todos pueden turnarse para expresar su liderazgo. El desempeño y la benevolencia son esenciales.

Puntos débiles

Es posible observar una cierta deriva hacia una desorganización o cierta anarquía si los gerentes no están suficientemente capacitados en este tipo de dirección.

Además, el grado de compromiso es un elemento clave en el éxito de un tipo de gestión de este tipo, que requiere una atención especial.

La toma de decisiones puede ralentizarse debido a la consulta de varios actores, lo que puede ser perjudicial, especialmente en tiempos de crisis o situaciones de emergencia.

Cualidades esenciales para un gestor participativo: sentido relacional y colectivo, visión, confianza en uno mismo y en los demás, intuición

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