Proyectos a completar, casos urgentes a resolver, correos electrónicos y otras notificaciones que siguen apareciendo sin que tengas tiempo de responderlas, entrevistas para preparar, reuniones para planificar y organizar, tensiones en tu equipo, presión jerárquica, objetivos a respetar, feria que se acerca y no todo está listo… Todos estos elementos ejercen una influencia, positiva o negativa, en tu trabajo.
Controla la presión
Si bien el buen estrés es un factor real en el rendimiento, la presión puede plagar rápidamente su vida y llevarlo al agotamiento.
Además, antes de llegar a este punto sin retorno, es importante que se dé cuenta de lo que lo perturba y lo agobia más allá de la razón. Entonces llegará el momento de aprender algunas técnicas (respirar, hacer descansos, caminar, etc.) para manejar eficazmente estas tensiones mentales y haga de este estrés un factor de eficiencia y rendimiento y no un freno.
Qué es estrés ?
Es una condición causada por alteraciones (físicas, psicológicas, emocionales) - que puede desembocar en agresiones reales según el grado de intensidad - en nuestro cuerpo. El estrés puede tener múltiples consecuencias, positivas o negativas, incluso dañinas. Además, si es normal sentir cierta coacción en el trabajo, es fundamental no dejarse invadir hasta que se encuentre con exceso de trabajo y acabe en el agotamiento.
Nos distinguimos 2 tipos de estrés , diferenciados por su grado de intensidad:
Buen estrés
De corta duración, es inducida por un ligera presurización y se caracteriza por una mayor motivación positiva. Una especie de impulso que nos permitirá superarnos temporalmente para lograr el objetivo (razonable) planteado. El entusiasmo y la energía que genera este estrés positivo se comunicará a los que les rodean y tendrá un papel impulsor, en particular para un gerente, en la gestión de sus proyectos con su equipo.
Una vez que la misión tiene éxito, es un sentimiento de satisfacción en relación con el trabajo realizado, orgullo y realización. El técnico dopado con buen estrés no tendrá ningún problema en tomar (y dar a su equipo) un descanso que considera "merecido".
Aquí es donde se marca la diferencia con el mal estrés que, cuando uno es víctima de él, perdura y prohíbe cualquier retroceso y período de respiro.
Mal estrés
Mucho más insidioso, latente y con demasiada frecuencia ignorado, el mal estrés se instala con el tiempo y poco a poco va carcomiendo a su anfitrión: fatiga, irritabilidad, trastornos del sueño / de la alimentación, dificultad para concentrarse, etc. La presión, de alta intensidad a pesar de sus apariencias engañosas, es permanente y sigue una curva ascendente exponencial.
Lejos de nutrir con energía positiva, el mal estrés enjuaga, agota, usa, a veces mata.
Por tanto, es fundamental aprender a gestionarlo para poder decir que pare antes de que sea demasiado tarde.
¿Cómo manejar la presión en el trabajo?
Sobre el papel, controlar el estrés parece muy fácil … ¡En la realidad y en el trabajo diario, es muy diferente! Sin embargo, hay algunos consejos que pueden mejorar su calidad de vida en el trabajo y brindarle muchos servicios:
- Identifica la causa de estas tensiones: detecta los malos hábitos e identifica la fuente del estrés que sientes (sueño escaso o de mala calidad, ambiente de oficina, presión de la jerarquía, colega que envenena tu vida, acoso, etc.).
- Retroceder : cuando se siente abrumado, su mente se tambalea y repasa todas las cosas por hacer, los archivos vencidos, los correos electrónicos que aún no ha tenido tiempo de responder, esa llamada telefónica que necesita hacer a un socio en el proyecto, la reunión semanal con tu equipo que necesitas preparar, etc. Todo esto solo amplifica aún más tu sensación de estar totalmente abrumado y te paraliza. Luego concéntrate en el momento presente, respira y toma el control. Tenga en cuenta las tareas más urgentes, ya verá con más claridad.
- Priorizar : aprende a priorizar y trata de evitar la dilación excesiva, solo aumenta el estrés. Es mejor definir claramente qué archivos y tareas deben tratarse rápidamente y cuáles son menos urgentes, en lugar de posponer todo.
- Hacer una pausa : Cuando sientas que la presión sube peligrosamente, tómate un descanso (toma un respiro de aire fresco si es posible, da unos pasos fuera de tu escritorio, bebe agua, haz algunos ejercicios de estiramiento y respiración …). ¿No puedes moverte en un archivo y tu cerebro parece estar roto? Levántese y dé algunos pasos o deje este archivo a un lado por ahora y continúe con otro. Cuando regrese al primero, es muy probable que encuentre la solución rápidamente. Sepa cómo tomar un descanso fuera del trabajo y desconectar cuando no esté en la oficina.
- Eliminar fuentes de desconcentración : el ruido, el calor o el frío, por ejemplo, son factores de estrés. Asegúrese de organizar su espacio de trabajo de una manera ergonómica y fácil de trabajar. ¿Necesitas calma para trabajar mejor? Cierre la puerta de su oficina para aislarse del ruido exterior … Si trabaja en un espacio diáfano, puede utilizar unos auriculares (sin embargo, ¡advierta a sus compañeros!).
También tenga cuidado de no dispersarse: 1 archivo a la vez (¡a menos que sea uno de los que necesitan trabajar en varias cosas al mismo tiempo para poder avanzar correctamente!). - Aprende a decir no : Negarse cuando aceptar sería perjudicial para ti es fundamental. Ya tienes decenas de archivos con los que lidiar y estamos agregando uno que sería más urgente … Tómate el tiempo para pensarlo antes de dar tu respuesta. Si este archivo no es una prioridad y / o alguien más puede manejarlo, declárelo cortés e inteligentemente. No te sobrecargues innecesariamente y gestiona tu tiempo de forma equilibrada.
- Delegar : ¿Considera un honor hacer todo usted mismo por orgullo, en aras de la eficiencia o para no sobrecargar a sus empleados cuando algunos podrían - y le estarían agradecidos - tratar ciertos puntos? ¡Siéntate y aprende a delegar! ¡Es una habilidad esencial para un gerente! Nadie ha tenido éxito completamente solo …
Algunas técnicas de manejo del estrés
Saber controlar el estrés es un proceso que requiere un mínimo de tiempo y ejercicios regulares. A continuación, se muestran algunas vías que puede explorar para encontrar serenidad y bienestar en el trabajo.
Tener un estilo de vida saludable
¡Este es el BBA-BA para un buen equilibrio de vida, tanto a nivel personal como profesional! Aprender a manejar el estrés comienza con cuidarse a sí mismo, que incluye:
- Cuida tu dieta : limite los estimulantes (cafeína, teína, etc.), coma una dieta equilibrada, en cantidades adecuadas, ni demasiado ni muy poco, limite el alcohol y la nicotina.
- Cuida tu sueño : Intenta escuchar las señales que te envía tu cuerpo y así identificar tu ritmo biológico. Cuando su reloj interno indique que es hora de dormir, intente cumplir con esta solicitud tanto como sea posible.
- Tener un ritmo de vida adaptado : estar de acuerdo con tus valores y contigo mismo.
- Mover: caminar, hacer deporte, bailar… ¡Gasta este exceso de energía de forma positiva! No hará que desaparezcan las causas fundamentales de su tensión, pero lo ayudará a sentirse mejor. Tu cerebro estará dedicado a esta actividad física en lugar de estar ocupado reflexionando sobre las preocupaciones.
- Desconectar : es fundamental saber apagar el ordenador, teléfono, tableta, etc; no saltar sobre su buzón al amanecer y estar constantemente atento a sus diversas y variadas notificaciones a lo largo del día. Planifique los momentos en los que será inalcanzable (momentos especiales con la familia, amigos o en su propia compañía) y pueda recargar sus baterías, recargar sus baterías lejos de todas las molestias profesionales.
Ejercicios para recuperar el equilibrio y la serenidad
Más allá de los fundamentos de una vida equilibrada y serena, existen miles de soluciones para reducir el estrés de forma sostenible y sobre todo para aprender a prevenir en lugar de curar. Entre estas posibilidades se encuentran las siguientes terapias / actividades:
- Reconexión con la naturaleza : baños de bosque (silvoterapia), paseos por la montaña, por el mar, por el bosque (baja de forma natural y sistemática el cortisol, que se secreta cuando estás estresado), escuchar el canto de los pájaros, etc.
- Respiración : la práctica regular de ejercicios respiratorios es muy eficaz, especialmente en situaciones de "emergencia" (ataque de pánico, ansiedad, pánico escénico antes de hablar, etc.).
- Reír : leíste correctamente! Reír ayuda, entre otras cosas, a estabilizar la frecuencia cardíaca y bajar la presión arterial (en resumen, es exactamente lo contrario de lo que hace el estrés). Aprende de nuevo a divertirte con pequeñas cosas, practica la burla de ti mismo, usa el humor (siempre con respeto a los demás y amabilidad), encuentra el alma de tu hijo … El efecto será inmediato en tu moral, tu forma y tu eficiencia. La risa al ser comunicativa, es un excelente remedio contra el mal ambiente.
- Relajación : las técnicas son numerosas y las ofertas en este campo son ahora abundantes.
- Meditación : aquí también, los métodos son múltiples. Depende de cada uno encontrar el que más le convenga: mindfulness, contemplativo, yoga, mindfulness, zen, etc.