Practica la gestión benevolente

Benevolencia … Todo el mundo lleva tiempo hablando de ello en el mundo empresarial, algunos lo ven como una moda, se entregan con más o menos convicción, más o menos acertadamente, otros se burlan de él comparando a quienes lo practican con " Ojos Cuidados". Aún así, cuando se aplica inteligentemente a la gestión, permite un desarrollo real de los empleados en el trabajo.

¿Qué es la benevolencia?

El término proviene del latín "bona vigilantia" que significa "buena vigilancia". Representa así el hecho de actuar con atención respetando a los demás, comportándose con cuidado de no ofender al otro.

El proceso se refleja en algunas reglas básicas:

  • mostrar comprensión hacia sus interlocutores,
  • abstenerse de juzgar,
  • adoptar una actitud positiva y constructiva en sus relaciones interpersonales para que su interlocutor no se sienta agredido o menospreciado, sino valorado, apoyado.

Amabilidad y gestión

Para el gerente, mostrar benevolencia hacia sus empleados generalmente significa colocar al Humano en el centro de las relaciones y de la empresa. La idea es permitir que todos prosperen, expresen plenamente sus talentos, contribuyan a la consecución de objetivos - individuales y colectivos - planteados en un entorno sano y seguro sin caer en excesos de bondad o ingenuidad.

Para que una gestión benévola tenga la oportunidad de demostrar todos sus beneficios, es fundamental que el enfoque esté anclado en la cultura de la empresa. Por lo tanto, toda la organización debe girar en torno a este valor con un enfoque a largo plazo y no solo una vez.

Además, administrar mediante la benevolencia requiere paciencia y perseverancia. Es un trabajo de todos los días.

Si el enfoque de la empresa apunta en última instancia a aumentar la motivación de sus empleados, conduciendo inevitablemente a un aumento de la eficiencia y la productividad, no obstante, es interesante para los empleados en muchos aspectos.

De hecho, una empresa que se enorgullece de una gestión benévola podrá, además de su estilo de gestión, establecer varios servicios destinados a mejorar la calidad de vida de los empleados (horas de trabajo no invasivas para la vida privada, no más reuniones después de las 5 horas). pm; posibilidad de teletrabajo; acceso a talleres de desarrollo / bienestar personal - meditación, relajación, yoga, etc. basados ​​en el voluntariado; salas de descanso / descanso agradables y amigables; guarderías de empresa, servicio de catering / lavandería / conserjería reservada para empleados, etc. .).

Ventajas y límites de la benevolencia en la gestión.

La benevolencia es una poderosa palanca de motivación y eficiencia dentro de las empresas. Entre las ventajas más notorias para el establecimiento de una gestión benévola, podemos mencionar notablemente:

  • mejora del ambiente dentro de los equipos,
  • fortalecimiento de la cooperación y la cohesión del equipo,
  • aumentar la participación y la motivación de los empleados,
  • crecimiento de la inteligencia colectiva,
  • aumento de la calidad de vida en el trabajo,
  • disminución del absentismo y la falta de compromiso de los empleados,
  • reducción de riesgos psicosociales,
  • mejorar la eficiencia y la productividad,
  • disminución de la facturación,
  • mejora de la marca del empleador,
  • optimización de la gestión de habilidades,
  • etc.

Sin embargo, la benevolencia puede tener ciertos límites en la gestión, especialmente cuando el gerente no está lo suficientemente capacitado:

  • paternalismo,
  • laxitud,
  • demasiada ingenuidad,
  • manejo…

¿Cómo arreglárselas con amabilidad?

La benevolencia requiere ante todo amar al ser humano, saber dar un paso atrás y confiar en su sentido común.

Ser un gerente benévolo supone un trabajo diario, combinando pequeños y grandes gestos. Por lo tanto, esto requiere, además de las habilidades gerenciales "clásicas" requeridas inherentes a la postura, un cierto número de habilidades humanas.

Situar a las personas en el centro de la gestión

Las personas son el primer recurso de una organización. Es más preciado. Un recurso sin el cual no puede existir ningún negocio. Por tanto, es fundamental cuidarlo al máximo, para asegurar su desarrollo para que dé lo mejor de sí mismo. Establecer y perpetuar un compromiso bilateral de beneficio mutuo.

Si esto comienza con la inscripción de este valor en el ADN mismo de la empresa, esto se traduce en la práctica en una membresía y una aplicación diaria por parte de todas las capas de la organización: desde la alta dirección hasta el simple empleado.

Posicionar a las personas en el centro de su gestión requiere cierto esfuerzo por parte del gerente, que tendrá que hacer esto, entre otras cosas:

  • practicar la escucha activa, demostrar empatía e inteligencia emocional,
  • Adapte su estilo de gestión de acuerdo a personalidades, situaciones,
  • estar disponible y sonreír,
  • estar abierto a ideas / propuestas / opiniones diferentes a las suyas,
  • Permitir a sus empleados explorar todos sus talentos y así prosperar,
  • delegar, federar, promover el trabajo colaborativo,
  • reconocer el trabajo y esfuerzo realizado, valorar, felicitar …

Comunicarse efectivamente

No se puede repetir lo suficiente: la comunicación es la base de cualquier relación sana. La comunicación gerencial efectiva es esencial para una gestión benévola donde la confianza y la transparencia son elementos clave.

De hecho, es útil para gestionar bien un equipo, en muchas situaciones y para muchos propósitos:

  • transmitir mensajes de manera eficaz y ofrecer a todos la oportunidad de hacer lo mismo,
  • evitar malentendidos y otros malentendidos que son fuentes de tensión dentro del equipo,
  • interactuar de manera respetuosa y constructiva con todos,
  • motivar a sus equipos,
  • calmar las tensiones,
  • gestionar conflictos,
  • formular críticas constructivas cuando sea necesario,
  • cuestionarse a sí mismo y cuestionar sus decisiones, si es necesario,
  • Apoyar eficazmente el cambio …

Dar sentido

Una tercera faceta de la benevolencia es la capacidad de tener sentido. El rol del gerente es, por tanto, hacer que las tareas, misiones y objetivos diarios sean coherentes con la visión global de la empresa.

  • establecer metas INTELIGENTES,
  • compartir valores, una visión, una meta,
  • confiar, involucrar,
  • empoderar, empoderar,
  • fomentar la iniciativa y la creatividad,
  • orquestar y desarrollar habilidades de manera efectiva,
  • promover la inteligencia colectiva, la cooperación …
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